Lo primero que encontramos en el mismo bajo es el txoko de la vivienda. Un salón informal con cocina típico de Vizcaya,donde invitar a amigos está a la ordena del día, y las largas sobremesas están aseguradas.
Como si fuera una tarta, la fachada del piso de encima es acristalada, para que el salón, con orientación sureste y provisto de chimenea, y la cocina-comedor, que mira al noroeste –por donde suelen entrar las nubes–, no se pierdan esas espectaculares vistas.
Ambos espacios cuentan con sus respectivos porches y se conectan visualmente a través de un patio en el que crece un olivo y sirve de entrada de luz cenital; el estudio de iluminación ha primado la incidencia de luces indirectas.